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Así hereda el Opus Dei (me recuerda a la Católica)

Publicado: 2010-09-25

Tomado de la revista Interviu.

Julia Prada dejó, al morir en el año 2005, una herencia a la Fundación Tajamar –institución educativa sin ánimo de lucro vinculada al Opus Dei– por valor de más de 30 millones de euros. El trabajo de varios despachos de abogados y de empresas inmobiliarias dio a la fundación de la Obra beneficios millonarios con la venta de las propiedades de la anciana fallecida. La mayoría de los inquilinos de esas fincas, que fueron obligados a abandonar los inmuebles, hablan de presión y mobbing; y los familiares de Julia acusan al entramado del Opus de haber manejado los distintos testamentos.

Interviú desvela los trucos utilizados por empresas y personas vinculadas con la Obra para captar el patrimonio de ancianas. En el caso de Julia, amigos, trabajadores y familiares de la fallecida acusan al Opus de aislarla de sus allegados, de cambiar su forma de ser y de no dejarle libertad para gastar su dinero. De hecho, la persona que aparece como declarante tras el fallecimiento de la anciana es Teresa Gómez Pineda, miembro de la Obra, quien firmó el certificado de defunción como si fuese sobrina de Julia.

Julia Prada dejó, al morir en el año 2005, una herencia a la Fundación Tajamar –institución educativa sin ánimo de lucro vinculada al Opus Dei– por valor de más de 30 millones de euros. El trabajo de varios despachos de abogados y de empresas inmobiliarias dio a la fundación de la Obra beneficios millonarios con la venta de las propiedades de la anciana fallecida. La mayoría de los inquilinos de esas fincas, que fueron obligados a abandonar los inmuebles, hablan de presión y mobbing; y los familiares de Julia acusan al entramado del Opus de haber manejado los distintos testamentos.

Interviú desvela los trucos utilizados por empresas y personas vinculadas con la Obra para captar el patrimonio de ancianas. En el caso de Julia, amigos, trabajadores y familiares de la fallecida acusan al Opus de aislarla de sus allegados, de cambiar su forma de ser y de no dejarle libertad para gastar su dinero. De hecho, la persona que aparece como declarante tras el fallecimiento de la anciana es Teresa Gómez Pineda, miembro de la Obra, quien firmó el certificado de defunción como si fuese sobrina de Julia.


Escrito por

Martin Carrasco Peña

Egresado de antropología sin ser antropólogo y amante de la literatura sin ser literato.


Publicado en

hepabionta

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